Casa de Sarmiento en El Delta

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miércoles, 26 de noviembre de 2008

El reencuentro de El Zorro y Bernardo

12:50 hs. Luego de promocionar Historia de España, caminando con Dani, me dirijo a tomar el colectivo. Una vez que me despedí de la chica rolinga y ya en la parada, decido regresar para el lado de la Av. Rivadavia, ante la gran cantidad de gente que hacía la fila y viendo lo difícil que sería querer tomarlo allí. Un refresco en el camino para apaciguar la sed de camello que tenía y ahí si; asomaba el móvil que me lleva a la ciudad sede del primer monumento a la bandera... Lo abordo; ¿Cómo estaba? Lleno, calor, era un drugstore de olores. Cada viaje en el 160 es una odisea, una aventura. Decido ir más al fondo, pero sólo pude avanzar hasta el medio. Es ahí cuando levanto la mirada y pienso: ¡el zorro! (si, como lo hacía el sargento García) era Fernando LupiZ. Estatura media, flaco, con el pelo al mejor estilo "Bambino" Veira. Sencillo (como dicen que es en la vida), con una bolsita en la mano, sandalias, sin que la gente lo reconociera... el seguía como si nada, con la humildad que caracteriza a los grandes (vale recordar que fue campeón argentino y sudamericano en esgrima, fue como un hijo para el recordado Guy Willliams, con el cual tiene el record de espectadores en temporadas de verano en Mar del Plata, y se dio el lujo de estar en el paseo de la fama de Hollywood para la presentación de la estrella de su gran amigo... y es hincha de la acadé). Yo para variar me quedé mudo, sin decir nada, como siempre. Yo compartía una aventura, una pelea diaria (que es el viaje, pero a la que enfrento riéndo, como lo hacía el héroe) con el "hijo del Zorro", ese mismo que estuvo cerca de estar en "la leyenda del zorro" con Banderas, ese mismo que heredó el papel de aquel enmascarado que yo veía por tele, e incluso imitaba con capa y antifaz corriendo por el patio allá por el 93, Al rato le hizo una pregunta a un señor, segundos después bajó en Venezuela y Boedo. Así se iba el gran amigo del Zorro. Una vez, escapando sereno... como aprendió de su maestro.

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